10 agosto 2009

Demasiadas palabras

Desprendo la cortina que cubre mi ignorancia,

esa sombra desquiciada capaz de solapar la esclavitud a la que me someto.

El sueño muestra la renovación del mañana que espera en la puerta:

Aquella mirada perdida a través de un agujero de conejo,

un vehículo sin ruedas,

un pasajero distraído,

la señal escrita del tiempo olvidado,

sólo hay que comenzar… ya es la hora.

… /…

Estoy olvidando la necesidad de sobrevivir atada a la eterna permanencia de tu recuerdo,

cinco minutos de espera y toda una vida para volver a pronunciar tu nombre.

… /…

¿Hasta cuándo maldecir tu nombre?

… /…

Señor ¿usted verdaderamente conoce de agonías?

Usted que contó las horas de mi retorno,

Usted que fumando espera en el pórtico y en el desván ,

Usted señor, usted que conoce de finales

¿sabe acaso el significado de volar?.

No me responda,

es fácil intuir que conoce más de conceptos que de incertidumbres,

yo que pensaba que la ebriedad era por el alcohol;

jamás caí en cuenta que se puede estar ebrio de razón.

ASPASIA