Los soles y los vientos
trajeron tus hombros desnudos,
tu mirada repleta de diluvios,
tus manos llenas de polvo,
un esqueleto en el bolsillo,
el mundo entero en la mochila,
catorce hojas escritas
y treinta lunas dormidas.
Relataste la historia
de un renegado perdido,
uno que subió al cielo
y regresó a la tierra
por falta de sueños,
que vendió sus glaucos ojos
a cambio de tristeza.
Un caminante que regresa
cada mil años,
sobre la espuma,
entre vientos y soles
0 Íncubos o Súcubos:
Publicar un comentario